Videos y fotos difundidas demuestran que agentes de las fuerzas de seguridad marroquíes cruzaron totalmente la valla de Melilla para golpear, detener y expulsar hacia Marruecos a varias personas que habían logrado ingresar a España, hecho que dejó un saldo de 37 personas asesinadas.
El traspaso a suelo español se hizo en total complicidad con los efectivos de la Guardia Civil y la Policía Nacional del país ibérico. Los migrantes murieron por asfixia o aplastamiento, aunque varias muertes se produjeron, según testigos, al caer desde lo alto de la valla de 10 metros aproximadamente.
Este fin de semana circularon imágenes de las torturas contra quienes intentaban cruzar a Europa, donde se pueden apreciar a los migrantes detenidos apilados unos encima de otros como si fueran cadáveres.
"Me sorprendió cuando empecé a ver los cascos verdes de las fuerzas marroquíes en el lado español de la valla. Los agentes españoles estaban en problemas, había mucha gente en un lugar muy estrecho. Me sorprendió ver a policías marroquíes en suelo español deteniendo, agrediendo y devolviendo a los migrantes. Es la primera vez que lo veo en los cuatro años que llevo trabajando en Melilla", dijo el fotoperiodista Javier Bernardo.
Este domingo denunciaron que el gobierno marroquí buscaba la manera ocultar la tragedia apresurándose a deshacerse de los cadáveres por medio de fosas improvisadas, “sin investigación, sin autopsia y sin identificación" de los cadáveres.
Recientemente, el gobierno español cambió su postura respecto a la controversia del Sáhara Occidental, apoyando la visión imperial de que este territorio pertenece a Marruecos. No cabe duda de que los hechos lamentables en la frontera guardan relación, pues las autoridades de ambos países fueron cómplices de la masacre.