De cara al nuevo triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, se ha puesto sobre la mesa un eventual retorno del enfoque de la "máxima presión" contra Venezuela. Durante su campaña, el hoy presidente electo emitió pronunciamientos agresivos sobre el país, enfocado fundamentalmente en el tema migratorio. Como es sabido, algunos miembros del entorno político del magnate, como Marco Rubio y Rick Scott, forman parte del "ala dura" que promociona el uso de acciones de fuerza contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Una vez se conoció la victoria del candidato republicano, el mandatario venezolano declaró que abogada por un "nuevo comienzo" en la relación entre Venezuela y Estados Unidos "para que apostemos a ganar-ganar y le vaya bien a Estados Unidos, le vaya bien a Venezuela".
Maduro, con anterioridad, ha planteado "la reconstrucción de la integración latinoamericana y caribeña, fortalecer los Brics y avanzar en alianzas estratégicas con países emergentes para contribuir con el nacimiento del mundo multipolar y pluricéntrico", lo que puede entenderse como una forma de anticiparse a un ´posibe nuevo periodo de tensión con Estados Unidos, aún por definirse.
Este es el séptimo –y último– de los objetivos primordiales para acelerar "el proceso de transformación que requiere Venezuela con miras a convertirse en un país potencia", dijo el presidente ante la Asamblea Nacional durante la presentación de su Memoria y Cuenta en enero pasado.
Intensa agenda diplomática con foco en lo energético
Luego de la Cumbre de los Brics en Kazán, Rusia, el mandatario visitó Argelia, uno de los socios OPEP con los que mantiene una estrecha cooperación energética y con el que, en 2023, firmó 12 acuerdos de cooperación en transporte aéreo, energía y agricultura.
Este contacto se amplió cuando la vicepresidenta ejecutiva de la República y ministra de Petróleo, Delcy Rodríguez, visitara la capital argelina el 1 de noviembre para revisar la agenda bilateral en el sector petrolero con el ministro de Energía del país africano, Mohamed Arkas.
También abordaron temas relacionados a la OPEP y el Foro de Países Exportadores de Gas, espacios en los que ambos países mantienen altos niveles de protagonismo por las reservas que poseen.
La alta funcionaria había visitado antes, el 24 de octubre, la República de la India en donde se reunió con su homólogo, Jagdeep Dhankhar. Durante el encuentro se revisó el avance de los proyectos del conglomerado indio, Reliance Industries, en Venezuela, y también los nuevos proyectos que están en diseño para aprobación.
Conversó con el ministro de Petróleo de ese país, Hardeep Singh Puri, para evaluar el desarrollo de las nuevas iniciativas en materia de exploración y producción de crudo. El comercio energético entre ambos países fue afectado por las sanciones ilegales, sin embargo, en julio pasado, Washington autorizó a Reliance a importar crudo de Venezuela. En su cuenta en la red social X, el funcionario indio destacó el encuentro e informó que las empresas indias han invertido cerca de mil millones de dólares.
Según la firma de inteligencia de datos Kpler, Reliance Industries representó alrededor del 90% de las importaciones de crudo de la India desde Venezuela, luego de que Estados Unidos aprobara nuevas licencias en 2023. Se espera que el desarrollo estas transacciones se vea influido por el avance de los Brics hacia la desdolarización.
La vicepresidenta y responsable de la cartera energética venezolana también visitó la República de Vietnam, país con el que el mismo presidente Maduro estableció contacto en Kazán. Allí, junto primer ministro, Pham Minh Chính, se revisó la expansión de la agenda de cooperación para el proceso de recuperación en industrias venezolanas.
La estrecha cooperación con Vietnam sirve, según declaró Rodríguez, "para dar impulso al comercio binacional, la cooperación en materia de agricultura y, sobre todo, cómo retomar el de la cooperación energética para que las empresas de Vietnam en Venezuela produzcan crudo que alimente nuestra cooperación en los distintos ámbitos".
Esta misma semana, el presidente Maduro se reunió con el presidente de Türkiye Petrolleri Anonim Ortakligi (Tpao), empresa estatal turca de hidrocarburos, con quien se discutieron las iportunidades de cooperación entre ambos países en materia de petróleo y gas. Este país tiene una importancia geoestratégica y energética debido a que es un punto clave para varios corredores energéticos que transportan petróleo y gas natural desde el Cáucaso, el Mar Caspio y Oriente Medio hacia Europa.
Al respecto, el presidente Maduro informó el lunes pasado que Venezuela desarrolla su "diplomacia bolivariana con un nuevo plan: la ruta de los Brics".
sostener la recuperación: objetivo número uno
El miércoles 6 de octubre, la vicepresidenta encabezó el Consejo Empresarial Rusia-Venezuela y detalló que el 89% de productos que se exportan a la potencia euroasiática es de carácter no petrolero.
Destacó las potencialidades venezolanas y especificó que en el país "no se aplica la jurisdicción de otros países", sino el marco legal venezolano. También hizo referencia al impulso que se busca dar a las Zonas Económicas Especiales.
El jueves 7, en el contexto de la XVIII Reunión de la Comisión Intergubernamental de Alto Nivel (CIAN) Venezuela - Rusia, la vicepresidenta Rodríguez, y su homólogo ruso, Dmitry Chernishenko firmaron un memorándum de entendimiento entre Pdvsa y Rosneft con énfasis en formación, capacitación y asesoría técnica para la seguridad integral del sector energético.
Otro Memorándum de Entendimiento se enfoca en la prestación de servicios petroleros y tecnologías de recuperación mejorada de crudos extrapesados, a la vez que la aerolínea Conviasa y RT project Technologies SA enfocaron un tercer memorandum en Tecnologías de la Información en el sector de la aviación. El vicepresidente ruso afirmó en la reunión de la CIAN que el país "sigue siendo un socio estratégico de Rusia en Latinoamérica y el mundo".
El interés venezolano, ante un escenario de recrudecimiento de las sanciones, es mantener el ritmo de recuperación de la industria petrolera. El Banco Central de Venezuela (BCV) reportó que el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un incremento de 8,78 % en el segundo trimestre de 2024, mientras que el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre el desempeño macroeconómico de Venezuela en el mismo periodo destaca una proyección de crecimiento del PIB del 6,1% para el cierre del año.
Sin embargo la vicepresidenta Rodríguez ha declarado que este indicador cerrará en 9% a finales de año, cuatro puntos más que las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El mismo informe del PNUD destaca que la producción petrolera promedio del segundo trimestre alcanzó los 903 mil barriles diarios (mbd), un aumento del 11,8% en comparación con el mismo período del año anterior. Además, el precio del crudo Merey promedió 71,6 dólares por barril, lo que representa un aumento del 21,9% respecto al año pasado.
Esto se traduce en una proyección de crecimiento de las exportaciones del 5,8% a precios constantes, tomando en cuenta que, en octubre pasado, las exportaciones de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sus empresas mixtas alcanzaron el máximo en cuatro años.
Maduro ha insistido en que el mundo necesita a Venezuela para su ecuación energética, agregó que "los únicos que le damos seguridad a las inversiones y a la producción de energía, de petróleo y de gas, en este lugar del planeta somos nosotros y ya los inversionistas del mundo lo saben".
También ha mencionado la importancia de unir fuerzas con países en desarrollo y buscar soluciones alternativas en materia económica y financiera, específicamente ante desafíos complejos como el cambio climático, la pobreza y la desigualdad.
Ante la arremetida coercitiva de Estados Unidos y sus aliados, la respuesta venezolana ha sido diversificar las asociaciones estratégicas internacionales apuntando a la multipolaridad como esencia de la diplomacia bolivariana, esto se ha traducido en el fortalecimiento de inversiones de aliados y socios del Sur Global del bloque Brics en el territorio venezolano.
El fortalecimiento de estos vínculos ha estado en la mirada de Estados Unidos, que mediante el uso de sanciones ha intentado debilitarlos.
Por ello, luego de la cumbre de los Brics, se han intensificado los contactos en pro de construir y continuar iniciativas factibles a partir de la experiencia de países emergentes que se han recuperado de agresiones de EE.UU. y Europa, como Vietnam, Argelia e Irán, o de otros que han afianzado su capacidad económica, energética e industrial como India y Turquía.
El líder venezolano ha manifestado, en referencia a las elecciones estadounidenses, que "gane quien gane, lo que le conviene a Venezuela y América Latina es tener nosotros nuestro propio camino, no depender de nadie, garantizar nuestros países". En este objetivo se enmarca el despliegue gubernamental para el fortalecimiento de vínculos energéticos, que continúa siendo la actividad económica fundamental del país.
Se estima que consumidores como India y China expandan sus capacidades de compra de petróleo y gas, lo que implican oportunidades para las exportaciones energéticas venezolanas. Asimismo otros socios claves han aportado tecnologías alternativas que han permitido fortalecer el ciclo de recuperación de la industria venezolana de hidrocarburos.
Acelerar la marcha hacia la consolidación del rol que juega Venezuela en el mercado energético global, enmarcándolo dentro del eje Brics, ha sido un objetivo que se ha propuesto el gobierno venezolano y espacios como la reunión de la CIAN permiten estrechar esfuerzos con el bloque multipolar para responder a una eventual intensificación de sanciones ilegales de factura estadounidense, que planteen socavar la recuperación económica del país.