Jue. 20 Febrero 2025 Actualizado ayer a las 6:04 pm

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El mandatario confirmó la línea vital que existe entre el discurso del Libertador y el Libro Azul escrito por el Comandante Hugo Chávez (Foto: Prensa Presidencial)
Hacia una adaptación constituyente a los tiempos actuales

Líneas estratégicas del presidente Maduro para la Reforma Constitucional

Precedida por la entrega de los Premios Nacionales de Historia, se llevó a cabo la presentación formal del proyecto de Reforma Constitucional a cargo del presidente Nicolás Maduro. Esto ocurrió el pasado sábado 15 de febrero en la sesión solemne de conmemoración del Discurso ante el Congreso de Angostura realizado por el Libertador Simón Bolívar en 1819.

El acto se realizó en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, sede de la Asamblea Nacional (AN), y contó con la asistencia de altos funcionarios como los presidentes de los Poderes Públicos, ministros, diputados, alto mando militar, autoridades regionales y miembros del cuerpo diplomático.

El sueño (vigente) de una sola patria

En su intervención el primer mandatario explicó que el Discurso de Angostura tiene una vigencia significativa para la realidad latinoamericana actual. Los principios y valores expresados por el Libertador Simón Bolívar en ese momento cumbre de la emancipación venezolana son relevantes en este momento ya que la región enfrenta nuevas formas de agresión en las que convergen el fascismo y el neoliberalismo. De allí su llamado a la unidad y a la construcción de una nueva sociedad soberana y con derechos sociales.

El mandatario confirmó la línea vital que existe entre el discurso del Libertador y el Libro Azul escrito por el Comandante Hugo Chávez. Estableció que "ambos son documentos constituyentes" porque "nacen en épocas de transformación radical, en épocas de lucha contra el imperialismo, en momentos de refundación de la República de Venezuela".

Además, Maduro describió tres anillos de fuerzas que Simón Bolívar concibió para América Latina, cada uno con un propósito estratégico y geopolítico. Estos anillos representan la visión del Libertador para la unificación y liberación de la región:

  • El primero incluía la unificación de Venezuela, la Nueva Granada (actual Colombia), Panamá (entonces parte de la Nueva Granada) y Quito (actual Ecuador). Esa gran nación unificada, la Gran Colombia, representaba el núcleo inicial de la liberación y la base para expandir la independencia a otras regiones.
  • El segundo incluía la liberación del Perú y la fundación de Bolivia, territorios cruciales para extender la independencia hacia el sur del continente y reforzar la idea de una América Latina unida y libre.
  • El tercero buscaba la unificación de toda América Latina, desde México hasta la Patagonia, para lo cual Bolívar convocó el Congreso de Panamá en 1826 con el objetivo de crear una confederación de repúblicas latinoamericanas. Este proyecto no se materializó debido a las divisiones internas y la falta de apoyo de algunos gobiernos recién independizados, pero representaba la visión de una América Latina unida como una fuerza geopolítica y económica en el mundo.

Una reforma para las realidades actuales

El Jefe de Estado también destacó que la Constitución de 1999 juega un papel central como el marco legal y fundacional de la República Bolivariana de Venezuela. La Carta Magna representa la aspiración de un Estado democrático y participativo. Sin embargo, también señaló la necesidad de su revisión para adaptarse a las realidades actuales del país y a las demandas del pueblo, esto debido a que:

  • Es fundamental reflejar en la Constitución los cambios sociales, políticos y económicos que han ocurrido desde su promulgación.
  • Se busca incluir y garantizar derechos que no estaban contemplados en la versión original, como los derechos de los pueblos afrovenezolanos y otros grupos que han sido históricamente marginados.
  • La actualización se plantea como un medio para perfeccionar la democracia participativa y protagónica, asegurando que el poder comunal y popular tenga un lugar destacado en el sistema político.

Además enfatizó que cualquier modificación debe ser consultada y aprobada por el pueblo a través de un referéndum, lo que refuerza la idea de que la Constitución debe ser un reflejo de la voluntad popular.

En este sentido, apuntó que el Proyecto de Reforma Constitucional contiene casi 80 artículos y describió la propuesta abordando cuatro temas fundamentales para el debate:

  1. Ampliación y perfeccionamiento de la democracia participativa, protagónica y directa: "Es un empeño por construir un nuevo sistema de Estado democrático e incorporar el Poder Comunal, Social y Popular".
  2. Construcción de una nueva sociedad: "Definir los parámetros, valores y principios a establecer para una sociedad más humana desde el bolivarianismo. Estamos ante un mundo multicéntrico y pluripolar y hay que avanzar en ese sentido".
  3. El nuevo modelo económico diversificado: "No dependiente y autosuficiente; este modelo es estructural y vital. Hemos logrado buenos resultados, con esfuerzo propio. Ahora, hay que avanzar aun más en la construcción de una nueva economía".
  4. Actualización: "Jurídica, constitucional y política de todo el engranaje" de la Carta Magna de 1999.

El Presidente invitó a "un gran debate nacional" que adapte la Constitución de 1999 a los nuevos tiempos, "para el avance de una nueva época, a la nueva modernidad. Estamos en el momento preciso". Hizo énfasis en temas como la comunicación, la Inteligencia Artificial y las nuevas tecnologías, así como los temas de la salud física y mental.

Esfuerzos sumados hacia una sociedad nueva

Para avanzar en el proceso de consulta amplia e incluyente, y la elaboración del proyecto constituyente para su presentación, el Presidente conformó y juramentó una Comisión Nacional cuyo secretariado ejecutivo estará compuesto por el fiscal general Tarek William Saab como secretario, la vicepresidenta y ministra para Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, así como los diputados Hermann Escarrá y Cilia Flores.

Asimismo, Maduro pidió conformar esta comisión sobre la base del principio constitucional de colaboración de poderes, para lo cual designó al presidente de la AN, diputado Jorge Rodríguez, a la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez, y a la magistrada Tania D´Amelio. Además están el presidente del Consejo Nacional Electoral, Elvis Amoroso, el procurador general de la República, Reinaldo Muñoz, y los ministros Vladímir Padrino López, Ricardo Menéndez, Ángel Prado, Ernesto Villegas, Gabriela Jiménez, Alfred Nazaret Ñáñez y Eduardo Piñate.

Otras personalidades también integran la comisión: Jesús Martínez, Pedro Calzadilla, Gustavo Pereira, Grecia Colmenares, Sara Valentina Tabera, Anaís Arismendi, Orlando Camacho, Larry Davoe, Noelí Pocaterra y Demetria Casimiro Monasterio.

La comisión cuenta con 90 días de plazo para ofrecer al país un proyecto. Este fue el tiempo que el presidente dio para que "yo pueda irme por los caminos de la patria a decirle al pueblo que tenemos gran reforma, que vamos a avanzar hacia una sociedad nueva, moderna e incluyente, democrática y libre", agregó.

Un reto fundamental: Renovar el Estado

Luego de años convulsos cuando el país ha atravesado ataques de distintos tipos, se abre el espacio y el tiempo para actualizar los esfuerzos iniciados en 1999 con la actual Constitución. Muchos de sus preceptos siguen vigentes, otras requieren ampliación. Sin embargo, los actuales retos en lo político y lo económico de la nación venezolana requieren una reinvención de la organización del Estado, ajustada a los cambios que operan en la estructura económica y sociopolítica.

El presidente Maduro insistió en que "el proceso de independencia latinoamericana jamás fue lineal, fue un proceso de acumulación larga de varias generaciones y complejo"; esta imagen sigue vigente. Con avances y retos, Venezuela ha logrado superar los peores momentos de la agresión multiforme lanzada desde el extranjero, en medio de una transformación sistémica de la geopolítica internacional hacia la multipolaridad, donde el país busca decididamente su lugar.

En este sentido, la conexión entre lo local y lo global está presente en el espíritu de convocatoria del Jefe de Estado para la reforma del texto constitucional.

Por otro lado, los clivajes del conflicto venezolano siguen estando entre autodeterminación y soberanía nacional e intervencionismo y anexión sui generis. Esta contradicción que sigue latente, con subidas y bajas de intensidad, exige al Estado-nación venezolano nuevos modos de organización para garantizar su existencia.

Las fuerzas de la desnacionalización y la intervención extranjera, hoy en franco deterioro pero no menos amenazantes, han buscado imponer al país la inestabilidad como modus vivendi y, al propiciarla, han intentado desmantelar la noción de República mediante el desconocimiento de la ley, la antipolítica como ejercicio doctrinal, la desconfiguración de la economía y la desarticulación sociocultural.

Frente a este escenario, el presidente Maduro ha identificado que las claves adaptativas para el nuevo escenario están en ajustar el contrato social que la Constitución plantea, justamente con el objetivo de responder eficazmente tanto a las amenazas realmente existentes como a la consolidación de los logros alcanzados.

La unión nacional y la integridad del territorio son vitales para esta meta, así como la participación social activa y la identidad nacional.

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