Jue. 27 Febrero 2025 Actualizado 4:40 pm

refinería eeuu.jpeg

Una llama arde en la refinería de petróleo Shell Deer Park, en Deer Park, Texas (EE.UU.) (Foto: Gregory Bull / AP Photo)
Dependencia petrolera y factores económicos

El daño autoinfligido de EE.UU. por la revocación de la licencia a Chevron

El presidente Donald Trump dijo, vía Truth Social, que planea rescindir el próximo 1º de marzo una licencia petrolera para que Chevron opere en Venezuela, emitida el 26 de noviembre de 2022 durante la administración de Joe Biden.

Se trata de la Licencia General 41, la cual "autoriza transacciones ordinariamente incidentales y necesarias para ciertas actividades relacionadas con la operación y administración por parte de Chevron Corporation o las subsidiarias de sus empresas conjuntas que involucran a la petrolera estatal venezolana bloqueada Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) o cualquier entidad en la que PDVSA posea, directa o indirectamente, un interés de 50% o más".

Según los términos de la licencia, la compañía estadounidense tendría que abandonar Venezuela a finales de julio, si no hay una extensión. Chevron es el único productor estadounidense de crudo que opera en Venezuela, y ha estado en el país desde hace 100 años.

La vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, declaró a través de sus redes digitales que "el gobierno de Estados Unidos ha tomado una decisión lesiva e inexplicable al anunciar sanciones contra la empresa estadounidense Chevron, pretendiendo hacer daño al pueblo venezolano [cuando], en realidad, se está inflingiendo un daño a Estados Unidos, a su población, y a sus empresas, poniendo además en entredicho la seguridad jurídica de EE.UU. en su régimen de inversiones internacionales".

¿A qué se refiere la alta funcionaria venezolana con que Washington se está autoinfligiendo un daño? La respuesta se encuentra en la costa del golfo de México.

EE.UU. no puede dejar de importar petróleo

Trump ha insistido en que su país no debe depender del petróleo de otras naciones. Pero los datos sobre sus importaciones y las capacidades productivas y refinadoras evidencian todo lo contrario.

El ejemplo de las relaciones comerciales entre Canadá y Estados Unidos, que tienen como base fundamental el negocio petrolero, es paradigmático.

Estados Unidos importa más crudo desde Canadá que desde todos los demás países combinados. Según la Agencia de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), en 2023 52% del petróleo importado por Estados Unidos procedía de su vecino del norte.

A su vez, 8% del crudo importado por Canadá provino de Estados Unidos. Existe un superávit comercial en el rubro a favor de los canadienses; es decir, el déficit en este apartado se encuentra del lado estadounidense.

Estados Unidos es, sí, un exportador neto de petróleo desde octubre de 2021. Los productos derivados constituyen 60% de las exportaciones petroleras. Sin embargo, el crudo constituye la mayor parte de las importaciones totales estadounidenses (76%).

En el siguiente gráfico se muestra el volumen de importaciones estadounidenses de petróleo canadiense por regiones, en millones de barriles por día (b/d).

grafico1 importaciones petroleo eeuu.png

Canadá domina las importaciones estadounidenses de crudo (Foto: Bloomberg)

Podemos observar que la mayoría del crudo canadiense se ubica en las refinerías del Medio Oeste (Midwest).

Pero lo importante señalar acá es que en las refinerías de las costas, incluidas las del golfo de México, es donde menos se procesa dicho petróleo. De hecho, es en la costa del golfo donde más se importa desde otros mercados.

Debemos recordar que en la costa del golfo de México se encuentra el circuito refinador que recibe el crudo venezolano desde el siglo XX.

De acuerdo con la firma Kpler, "después de México, Venezuela es el principal proveedor de crudo de la PADD-3, donde grandes refinerías como Valero St. Charles, Chevron Pascagoula y Valero Port Arthur procesan volúmenes de crudo agrio pesado. En diciembre, las exportaciones de crudo venezolano al USGC [US Gulf Coast] alcanzaron máximos de seis años, con casi 300 mil b/d, 150 mil b/d más que hace un año".

PADD-3 es la región considerada el motor de la industria petrolera de Estados Unidos. Desde la producción de petróleo en el oeste de Texas hasta la refinación y las exportaciones, la costa del golfo marca la tendencia para casi todas las facetas de la industria energética estadounidense porque dicha región incluye seis estados: Alabama, Arkansas, Luisiana, Mississippi, Nuevo México y Texas, los dos últimos los estados más productivos del sector petrolero estadounidense.

En general, las refinerías en ese país dependen del crudo importado de carácter pesado y extrapesado. En el siguiente gráfico se indica el volumen de importación por grados API.

dieta refinadoras eeuu.png

Las refinadoras estadounidenses deben importar crudo pesado y extrapesado debido a la falta de yacimientos de este tipo de hidrocarburo en el subsuelo nacional (Foto: Bloomberg)

Llama la atención que los crudos pesados (entre 20,1 y 25 API) constituyen 46,2% de los crudos importados, mientras que los extrapesados (menos de 20 API) implican 10,9%.

Son estas dos especies de crudo las que se extraen de la Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez, y son las que mejor se adaptan a la dieta de las refinerías del golfo.

En el mismo gráfico anterior se pone en evidencia que Estados Unidos es capaz de producir crudo ligero y extraligero, y no pesado y extrapesado, a los volúmenes necesarios para la dieta de las refinerías en PADD-3, donde se lleva a cabo la mayor producción de productos derivados.

En efecto, "solo Texas produce más de 5 millones de b/d, más que las cuencas PADD 1, 2, 4 y 5 juntas. Nuevo México ocupa el segundo lugar, con una producción de 1,7 millones de b/d", apuntaba la firma Mansfield en diciembre de 2022. Los niveles productivos actuales no han variado significativamente desde entonces.

Debido a esta ecuación, Estados Unidos no debería dar el paso de paralizar las importaciones de crudo venezolano, de tipo pesado y extrapesado. Hacerlo generaría enormes complicaciones técnicas y operacionales para las refinerías del golfo de México.

El daño autoinfligido

Los volúmenes de importación petrolera de Estados Unidos al día de hoy son requeridos para mantener el nivel productivo actual de sus refinerías.

Sin los crudos pesados y extrapesados de Venezuela, se generaría un estímulo a la subida de los precios de la energía.

Además, por ubicación geográfica y grados API, el crudo venezolano comprado por Estados Unidos tiene ventajas comparativas con respecto a otros mercados.

Por ende, la no renovación de la Licencia General 41 emitida por el Departamento del Tesoro en 2023 limitaría las capacidades refinadoras de Texas, lo cual afectaría su propia dinámica productiva y lesionaría las intenciones de Trump de consolidar su plan energético: aumentar la exportación de derivados y sostener a raya los precios de los combustibles.

Si el suministro de crudo venezolano disminuye, o se detiene definitivamente en 2025, el PADD-3 enfrentaría un déficit preocupante de crudo pesado, teniendo que recurrir al suministro de petróleo saudí, que implicaría costos adicionales de transporte.

Este déficit se vería agravado por la disponibilidad limitada de crudo mexicano —debido a una menor producción y al aumento de la demanda interna— y la posible reducción de los flujos de petróleo canadiense en medio de la amenaza de imposición de aranceles a Ottawa.

El escenario se complicaría aun más si Trump termina de imponer aranceles a los productos mexicanos y la presidenta Claudia Sheinbaum emite medidas de retaliación y decide dejar de importar o limitar el comercio del crudo pesado tipo Maya a las refinerías de Texas. Ya, entre el 25 y 31 de enero, la exportación petrolera mexicana a Estados Unidos había caído a 71,4% respecto a la semana anterior.

Según Kpler, "tales circunstancias podrían crear una necesidad de reabastecimiento de 200 mil a 500 mil b/d para las refinerías estadounidenses, y los grados de Colombia o Ecuador solo podrían reemplazar parcialmente estos volúmenes".

Si a esto le sumamos el hecho de que la Doctrina Monroe, versión MAGA, tiene intenciones de aumentar los grados de influencia estadounidense en el hemisferio occidental, incluido el ámbito comercial —donde China tiene una mayor fuerza—, Trump estaría disparándose en el pie en términos geopolíticos y económicos con esta medida.

En todo amplio sentido, Estados Unidos tiene mucho que perder si la OFAC cumple con la revocación de la Licencia General 41, con la materialización de un daño energético autoinfligido con amplias consecuencias negativas. 

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<