Dom. 24 Noviembre 2024 Actualizado Viernes, 22. Noviembre 2024 - 18:34

“El arte de las sanciones”: su impacto en las industrias petroleras de Irán y de Venezuela

Muchas de las luces mediáticas y geopolíticas de los últimos tiempos han estado centrados, principalmente, en el apoyo de Irán a Venezuela en el sector petrolero, en un momento de suma tensión y amenazas tuteladas por Estados Unidos con todo aquel que no comulgue con su agenda e intereses.

Desde finales de los años 70 del siglo pasado, Estados Unidos inició su desesperada carrera de medidas coercitivas unilaterales contra Irán. La data ha sido larga pero el enfoque de las sanciones se ha mantenido en el tiempo, la coerción golpea directo a la esfera financiera-económica-comercial y a los programas iraníes de desarrollo nuclear.

De hecho, Elliott Abrams, el representante especial estadounidense para Venezuela e Irán, en una sesión informativa, recordaba hace unos días que el magnate presidente estadounidense Donald Trump tiene previsto imponer el embargo de armas a Irán y otras restricciones.

Bastante se ha hablado de la aplicación y efectos de las “sanciones”, no obstante retomar la revisión de los impactos de ese gastado mecanismo en el sector petrolero iraní refuerza el argumento sobre la acometida a la industria, que incide, en primer lugar, en la caída de la producción de crudo.

Lo que dice Richard Nephew, creador de las sanciones contra Irán

Para los formadores de las políticas de presión y coerción estadounidenses, es habitual y aceptable aplicar medidas coercitivas unilaterales a un determinado país si no está en consonancia con la agenda de Estados Unidos. Esta es la tesis del excepcionalismo estadounidense.

En ella se inscribe Richard Nephew, experto y arquitecto de las “sanciones” contra Irán durante la Administración Obama. En su libro El arte de las sanciones explica los macabros objetivos y efectividad de las “sanciones”, empleando el término “dolor” en el que explica que éste subraya el propósito de las mismas.

Además, resalta que, sólo porque el daño causado por las sanciones es menos visible a los ojos de la comunidad internacional, no tienen por qué ser menos destructivas.

  • El periodista y analista estadounidense Max Blumenthal en Twitter desmonta otro cínico fragmento del mencionado libro, en el que Nephew revela que las sanciones contra Irán eran un éxito tremendo para la administración estadounidense, pues se despreció el Rial iraní provocando una hemorragia en las reservas de divisas. Además, hubo una contracción económica, y tanto el desempleo como la inflación aumentaron. Sin duda, son latigazos para la población iraní.
  • También, la Organización Sures señala que, en el libro, Nephew describe con franqueza que, al reducir la capacidad de exportación de un país, se logra alguna presión en la importación de alimentos y medicinas, puntualizando que las “sanciones” son dolorosas para los ciudadanos de a pie.
  • Del mismo modo que el canciller Jorge Arreaza añade otras definiciones en los objetivos de las medidas coercitivas unilaterales: para Nephew el dolor debe ser agobiante para que el objetivo “cambie su conducta”.

Estados Unidos ha aplicado “sanciones” en el sector petrolero iraní desde 2018 para quebrar la exportación y obstaculizar el acceso al sistema financiero internacional.

Esto lo confirma el secretario de Estado Mike Pompeo, que luego del asesinato de Qasem Soleimani a principios de este año, apuntó en un discurso que la estrategia de la administración de “máxima presión” tiene como objetivo cortar el 80% de los ingresos petroleros de Irán.

Asimismo, dijo que “el propio presidente Rouhani dijo que le hemos negado al régimen iraní unos 200 mil millones de dólares en ingresos extranjeros perdidos e inversión como resultado de nuestras actividades”.

Ya para abril de 2019 la Casa Blanca comunicaba que Trump estaba trabajando para reducir las exportaciones de petróleo de Irán a cero.

La producción de petróleo, golpeada

El impacto en la exportación de crudo, por supuesto, afecta directamente a la producción. Sin embargo, las “sanciones” sobre este sector contra la República Islámica se ha manejado de forma pendular, es decir, se imponen o se cancelan temporalmente.

En el gráfico 1 se observan los picos sin “sanciones” y las caídas contundentes al aplicarlas. En específico, en cuanto a la producción a inicios de 2018 se registraba alrededor de 3.8 millones de b/d; luego de la imposición de “sanciones” la producción cayó a un poco más del millón de b/d.

En consonancia, el gráfico 2 advierte la caída de la producción al momento de la salida de Estados Unidos del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, sus siglas en inglés).

Las exportaciones de petróleo crudo son una de las principales fuentes de ingresos del gobierno iraní, así como un motor importante que contribuye al desarrollo de la infraestructura y la economía del país.

A nivel comparativo, al igual que la industria petrolera iraní, Venezuela, siendo un país “sancionado” también, sufre los embates de las mismas, experimentando serias complicaciones en su industria petrolera.

Desde agosto de 2017 se imponen, por primera vez, medidas retaliatorias financieras contra Venezuela, trabando las formas de comercio con el país y mantenimiento del parque industrial.

Con esto se cierran las principales entradas de divisas al país y, así, hacer el intento de recrudecer el dolor del que tanto habla Nephew. En 2016, Venezuela registró una producción de 2,373 millones b/d en 2016, frente a los 2,072 millones b/d de 2017, representando una caída de casi 300 mil b/d.

Ahora, con la imposición de “sanciones” a diestra y siniestra, el objetivo simplemente se cumple al socavar la cotidianidad y futuro inmediato de las poblaciones que sufren estos embates. Aun tomando en cuenta que, como muestra uno de los estudios más completos sobre la materia hasta la fecha, se examinaron más de 100 casos y se concluyó que las medidas coercitivas unilaterales eran parcialmente exitosas en lograr el objetivo político de Estados Unidos sólo el 34% de las veces.

Las acciones de las administraciones estadounidenses no son más que verdaderos crímenes de lesa humanidad, de acuerdo a lo estipulado en el artículo 7 del Estatuto de Roma, que van enmarcados en sus rasgos estructurales de expansión e injerencia desde que esa nación se asumió “excepcional”.

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<