Sáb. 27 Abril 2024 Actualizado ayer a las 1:44 pm

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Ciertos sectores de la oposición venezolana son capaces de manipular en torno a un tema vital como el del Esequibo solo por intereses políticos (Foto: Archivo)

Contradicciones del antichavismo en la defensa del Esequibo

La defensa de la soberanía venezolana en el territorio de la Guayana Esequiba es un asunto que debería unir a todos los ciudadanos del país, sin importar sus posturas ideológicas.

El Gobierno Bolivariano ha hecho énfasis en la importancia de la articulación nacional para enfrentar las pretensiones de corporaciones energéticas estadounidenses que buscan adueñarse del Esequibo y explotar sus recursos naturales, utilizando Guyana como títere.

Recientemente, el gobernador de oposición del estado Cojedes, Alberto Galíndez, recibió al comando de campaña Venezuela Toda y a su coordinador nacional, Jorge Rodríguez, para confluir en posiciones en el marco de la participación en el referéndum consultivo del próximo 3 de diciembre.

Galíndez condenó el error de poner las diferencias políticas por encima de la defensa nacional del territorio venezolano y agregó que "el Esequibo no le pertenece al gobierno, presidente, diputados o alcaldes de turno", sino a todas y todos.

Al gobernador de Cojedes y los alcaldes de ese estado se suman nuevas voces de la oposición que participarán en la consulta popular.

Aunque es una tendencia generalizada, todavía existen algunos sectores extremistas del antichavismo que, pese a su supuesta postura de defensa del territorio Esequibo, asumen lugares que atentan contra ello simplemente por contradecir al gobierno venezolano.

En primer lugar tenemos a María Corina Machado, quien ha intentado justificar su falta de compromiso con la causa nacional al afirmar que en el pasado ella, Leopoldo López y algunos exdiputados de la Asamblea Nacional, como Juan Guaidó, se trasladaron a Eterimbán, en el Esequibo, para tomar fotografías con una pancarta que hacía referencia a la defensa de ese territorio.

Su postura actual es la de sumarse a la narrativa que pretende minimizar la importancia de la campaña por la recuperación del Esequibo, que sostiene que "la soberanía no se consulta, se ejerce".

Esta narrativa es engañosa porque el gobierno venezolano no está cuestionando la soberanía de Venezuela sobre la parte más oriental del país. Por el contrario, está siguiendo los lineamientos constitucionales y dejando en manos del poder popular la decisión del plan que se debe trazar para abordar el reclamo legítimo.

Se evidencia una contradicción en los enunciados de la lideresa de Vente Venezuela debido a un cambio drástico en su posición. En 2018 emitió una declaración que se alineaba con la posición oficial del Estado venezolano, que reconocía el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único mecanismo para resolver la disputa territorial. Además, denunciaba la ilegitimidad del Laudo Arbitral de 1899 y rechazaba la intervención de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por no tener competencia en el asunto.

Actualmente, Machado está haciendo un llamado público para que se suspenda el referéndum consultivo porque, según ella, perjudicaría la defensa del Esequibo en la CIJ. El argumento contraviene la defensa del Acuerdo de Ginebra ya que aceptar la jurisdicción de la CIJ sin el mutuo acuerdo entre las partes lo desestima completamente como la vía jurídica para la resolución de la diferencia territorial, independientemente del gobierno en el poder.

La situación de Henrique Capriles es similar, pero se ve atenuada por la imagen que intenta proyectar de menos extremismo. Hace poco, citando una publicación del también opositor Andrés Caleca, el exgobernador de Miranda apoya la idea de que Venezuela se someta a la decisión de la CIJ.

Caleca, y por ende Capriles, aunque no condena la realización del referéndum se oponen a las preguntas 2, 3 y 5, las cuales tienen que ver con el apoyo al Acuerdo de Ginebra, el no reconocimiento de la CIJ para resolver la controversia y la creación del estado de la Guayana Esequiba y los derechos de la población que vive allí, respectivamente.

No obstante, en el año 2018, su respuesta al enterarse de que la ONU había remitido el caso del Esequibo a la CIJ fue de indignación y pesar, ya que esto ponía en peligro los consensos previamente alcanzados en el Acuerdo de Ginebra.

Por último, Juan Guaidó y su círculo íntimo no son los más apropiados para dar su opinión sobre el proceso nacional que se está llevando a cabo en respuesta a las amenazas a la integridad territorial de Venezuela. A pesar de esto, no han dejado de hacerlo en la consecución de oponerse a todo lo que emane del Estado presidido por Nicolás Maduro Moros.

La cara que representa la organización criminal protagonista del saqueo de los activos venezolanos en el extranjero está haciendo campaña en contra del referéndum, utilizando el mismo argumento insustancial que Machado en torno al estribillo "la soberanía se ejerce".

Irónico, puesto que la forma de su equipo de ejercer la soberanía fue negándose a la defensa del territorio Esequibo a cambio de obtener más apoyo del Reino Unido para su falso gobierno, tal y como reveló Vanessa Neumann, "emisaria" de Guaidó en el Reino Unido.

Esta ductilidad oportunista de algunos sectores de la dirigencia opositora son una muestra más de su falta de identidad nacional, que se ve influenciada por intereses extranjeros en detrimento de la población venezolana.

Individuos que sacrifican la soberanía nacional con el objetivo de ir en contra del gobierno venezolano no deberían tener control sobre el Estado y no pueden convencer a la población con posturas falsas de compromiso con el país.

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