La Unión Europea (UE) está trabajando en una ley que obliga a las ONG a someterse a consultorías e instituciones académicas para revelar cualquier financiamiento fuera del bloque, como parte de una campaña contra la influencia extranjera, confirmaron tres fuentes a POLITICO.

De acuerdo con un funcionario europeo, es poco probable que la versión de la UE se dirija a individuos, pero haría que tanto las organizaciones comerciales como las sin fines de lucro de todo el bloque revelaran fondos no pertenecientes a la UE relacionados con transacciones como el pago de estudios académicos.

La finalidad es evitar la influencia rusa y china en el continente, que supuestamente se ha enfrentado a campañas de pirateo y filtración diseñadas para cambiar los resultados de las elecciones, así como a otras subvenciones de cara a "dar forma a la retórica sobre los derechos humanos y, más recientemente, la corrupción de Catargate, escándalo que ha sacudido al Parlamento Europeo".

El año pasado la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunció un paquete de "defensa de la democracia" que dio inicio al trabajo sobre el proyecto de ley de influencia extranjera. El tema resulta incómodo debido a que la propuesta surge justo cuando estallaron las protestas en Georgia por un proyecto de ley similar, visto como un intento de reforzar el control del gobierno a lo largo de las líneas rusas.

Paradójicamente, la UE se opone a lo que ellos han hecho en otros países fuera del bloque: Buscar incidir en la política ajena a través de organizaciones no gubernamentales. De esta manera se avista una política de doble rasero por parte de la organización europea, teniendo en cuenta su posición respecto al tema con relación a Georgia o a Venezuela.