El 26 de octubre, un fallo en el sistema gubernamental que regula la venta de combustible subvencionado en Irán causó trastornos en las gasolineras, impidiendo la venta y provocando largas colas de carros en todo el país.

El secretario del Consejo Supremo para el Ciberespacio iraní, Abolhassan Firuzabadi, confirmó que un ciberataque fue la causa de las fallas. “El ataque fue tan masivo que interrumpió el funcionamiento de las 4.300 gasolineras del país”, dijo en una entrevista con Press TV.

Firouzabadi relacionó el suceso del martes con otro ataque -contra los sistemas que sirven a los ferrocarriles del país- en julio de este año y añadió que las autoridades estaban investigando las circunstancias que rodearon el incidente.

"Existe la posibilidad de que este ataque, al igual que el anterior contra los sistemas ferroviarios, se haya llevado a cabo desde el extranjero", indicó.

También se reportó el pirateó del sistema de señalización electrónica de las calles.

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, declaró que el atentado pretendía "enfadar a la gente creando desorden y confusión".

"Hay que formarse seriamente en la ciberguerra y las autoridades competentes no deben permitir que el enemigo persiga sus siniestros objetivos creando problemas en la vida de las personas", dijo.

El jefe de la Compañía Nacional de Refino y Distribución de Productos Petrolíferos de Irán, Jalil Salari, informó que el país ha restablecido el trabajo de casi el 80% de las estaciones de servicio en todo el país después del ciberataque a gran escala

Según él, unos 300 equipos de especialistas continúan trabajando en una recuperación completa del sistema.