Vie. 06 Junio 2025 Actualizado 12:56 pm

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Una segunda ronda de negociaciones entre las partes rusa y ucraniana se llevó a cabo en Estambul, Türkiye, el lunes 2 de junio de 2025 (Foto: AFP)
Que solo EE.UU. o la fuerza bruta pueden romper

Conversaciones entre Rusia y Ucrania están en un punto muerto

La segunda ronda de las recién reanudadas conversaciones entre Rusia y Ucrania, celebrada el lunes 2 de junio en Estambul, no resultó en ningún avance hacia la paz. Ambas partes se limitaron a intercambiar sus respectivos memorandos sobre sus previsibles estrategias militares y políticas de suma cero y acordaron otro intercambio de prisioneros. Ese resultado era de esperar, ya que Estados Unidos aún no ha coaccionado a ninguna de las partes, o a ambas, a hacer concesiones. Por lo tanto, a menos que el Hegemón dé un paso al frente y tenga éxito, solo la fuerza bruta podrá romper este punto muerto.

En cuanto a la posible solución de la intervención estadounidense, esta podría adoptar diferentes formas con Ucrania y/o Rusia si llegara a producirse. En cuanto a la primera, Estados Unidos tendría que amenazar de forma creíble con cortar por completo la ayuda militar, de inteligencia y económica a Ucrania si no cumple con algunas de las concesiones exigidas por Rusia para la paz y luego cumplir con ello si Zelenski se niega. Aunque es probable que los europeos no sigan su ejemplo, no podrían sustituir el papel perdido en ese momento por Estados Unidos en la ayuda a Ucrania.

En cuanto a la forma que adoptaría con Rusia, Estados Unidos tendría que imponer y luego aplicar sanciones secundarias devastadoras contra todos los clientes energéticos del país, sin excepción, con especial énfasis en China, India, la Unión Europea y Türkiye. Junto con lo anterior, o en lugar de ello debido al doloroso efecto rebote que tales sanciones podrían acarrear, Estados Unidos también podría "escalar para desescalar" aumentando la ayuda militar, de inteligencia y económica a Ucrania, aunque con el riesgo de una guerra por un error de cálculo con Rusia.

En lo que respecta a la posible solución de la fuerza bruta, esta también adoptaría formas diferentes por parte de Ucrania y/o Rusia si alguna vez llegara a producirse. En cuanto a la primera, Ucrania tendría que llevar a cabo suficientes ataques estratégicos con drones contra Rusia para obligar a Putin a capitular ante las exigencias maximalistas de Zelenski, pero sin provocar una represalia devastadora con Oréshnik (un sistema de misiles móviles terrestres que posiblemente esté equipado con armas nucleares tácticas). Sin embargo, ese objetivo es poco realista, mientras que los medios son extremadamente arriesgados. Aun así, Ucrania podría intentarlo.

En cuanto a la forma que podría adoptar Rusia, Putin tendría que autorizar las represalias mencionadas para obligar a Zelenski a capitular ante sus exigencias, pero sin provocar que Trump "escalara para desescalar" en respuesta por temor a perder todas las inversiones estadounidenses en el "Proyecto Ucrania". Rusia también tendría que estar preparada para responder a cualquier provocación desesperada de Europa en ese caso, como el despliegue formal de tropas en Ucrania, sin dejar de mantener a Estados Unidos al margen de la contienda.

La tercera solución posible es una en la que algunos podrían haber pensado, es decir, continuar la campaña terrestre sin la coacción de Estados Unidos sobre ninguna de las partes y sin que ninguna de ellas "escalara para desescalar" a su manera, lo que conduciría inevitablemente de nuevo a esta ramificación del escenario con el tiempo. Después de todo, Trump se vería obligado a aislar a Ucrania o a "escalar para desescalar" si las líneas del frente se derrumbaran, en cuyo caso Ucrania o Rusia podrían entonces hacer lo mismo. Por lo tanto, cierta escalada podría ser inevitable.

Teniendo en cuenta estas dinámicas estratégicas, el mejor escenario posible para Rusia sería que Estados Unidos intentara seriamente coaccionar a Ucrania para que hiciera concesiones, que Moscú no respondiera de forma devastadora a las provocaciones desesperadas de Kiev y que, poco después, este capitulara una vez que Estados Unidos le cortara el grifo. Lamentablemente, la última retórica de Trump contra Putin y el proyecto de ley de sanciones de su aliado Lindsey Graham sugieren que no se está preparando para hacer esto, por lo que podría desarrollarse el peor escenario posible.


Andrew Korybko es un analista político estadounidense radicado en Moscú, especializado en la relación habida entre la estrategia de Estados Unidos en Afro-Eurasia, la visión global de China de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y las guerras híbridas.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés en el blog de Andrew Korybko el 3 de junio de 2025 y fue traducido para Misión Verdad por Spoiler.

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