El investigador y columnista de Misión Verdad, Éder Peña, muestra en un artículo que el modo como nos organizamos en sociedades y nuestros medios de subsistencia están siendo afectados por la crisis sistémica, que incluye el clima. Pero está demostrado que no todos se verán afectados de la misma manera ya que la desigualdad social influye en la repartición de cargas y responsabilidades.

A continuación presentamos algunos datos extraídos de investigaciones científicas que corroboran que quienes contaminan menos son los más afectados:

• Los pobres son los más vulnerados por las lluvias o sequías extremas que afectan la productividad agrícola en los países menos desarrollados. 
• Las olas de calor impactan en la mortalidad, sobre todo en los centros urbanos vulnerables. 
• Los ciclones tropicales y las inundaciones seguirán desplazando a millones de personas, sobre todo en los países de bajos ingresos.
• El 10% de los mayores emisores mundiales de gases de carbono, causantes del efecto invernadero, generan casi la mitad de todas las emisiones.

Está demostrado que los países ricos e industrializados contribuyen más en el aumento de la temperatura media global. Por tanto deberían compensar al resto del mundo por la apropiación de los "bienes comunes atmosféricos". "Los países con emisiones excesivas deberían un total de 192 billones de dólares al resto del mundo para 2050. La mayor parte la adeudan Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea", recoge Peña en su investigación. 

Esto no se trata de una percepción política de un problema sino de datos científicos que confirman la desigualdad social en materia ambiental y climática.