El presidente ruso Vladímir Putin dio un discurso durante el desfile del Día de la Victoria en la Plaza Roja este martes 9 de mayo en el que se refirió a la guerra que enfrenta Rusia en el presente, e hizo referencias a las circunstancias pasadas, durante la llamada Segunda Guerra Mundial:
"Hoy la civilización se encuentra nuevamente en un punto de inflexión decisivo, [y] se ha desatado una verdadera guerra contra nuestra patria. Pero repelimos el terrorismo internacional, [y] protegeremos a los residentes de Dombás, con lo cual garantizaremos nuestra seguridad".
"Su objetivo, y no hay nada nuevo aquí, es lograr el colapso y la destrucción de nuestro país, tachar los resultados de la Segunda Guerra Mundial, finalmente romper el sistema de seguridad global y el derecho internacional, y estrangular cualquier centro soberano de desarrollo", señaló Putin. Subrayó en este sentido que "al igual que la gran mayoría de las personas en el planeta, nosotros [Rusia] queremos ver un futuro de paz, libertad y estabilidad".
Putin acusó a los países occidentales de provocar conflictos y golpes de Estado, así como de destruir los valores tradicionales para seguir dictando sus propias reglas:
"Creemos que cualquier ideología de superioridad es inherentemente repugnante, criminal y mortal. Sin embargo, las élites globalistas occidentales todavía hablan de su excepcionalidad, enfrentan a las personas [entre sí] y dividen la sociedad. Provocan conflictos y trastornos sangrientos, y siembran odio, rusofobia, nacionalismo agresivo y destruyen los valores familiares tradicionales que hacen de una persona una persona".
También refirió: "Vemos monumentos conmemorativos a los soldados soviéticos que son demolidos sin piedad y a sangre fría en varios países occidentales donde se está creando un verdadero culto a los nazis y sus cómplices, y la memoria de los verdaderos héroes está siendo borrada y calumniada".
Criticó estas acciones como "un crimen" y "revanchismo absoluto entre aquellos que han preparado cínica y abiertamente una nueva campaña contra Rusia, y que reunieron escoria neonazi de todo el mundo para esta campaña".
Asimismo el presidente ruso habló de los ucranianos, de quienes dijo que habían sido rehenes desde el golpe de Estado de 2014 y se habían convertido en una moneda de cambio en manos de Occidente:
"Las ambiciones exageradas, la arrogancia y la falta de responsabilidad se convierten inevitablemente en tragedias. Esta es la razón de la catástrofe que está atravesando el pueblo ucraniano. Se convirtió en rehén del golpe y del régimen criminal que sus amos occidentales desarrollaron, sobre su base, una moneda de cambio en la implementación de sus planes crueles y egoístas".
Sobre la Operación Militar Especial Putin agregó que el país está orgulloso de quienes participan en ella, incluidos los militares que luchan en la línea del frente y quienes rescatan a los heridos: "Ahora no hay nada más importante que su trabajo militar. La seguridad del país está en ti ahora. El futuro de nuestro estado y de nuestro pueblo depende de ustedes. Usted está cumpliendo honorablemente con su deber militar, luchando por Rusia".
"Las batallas que deciden el destino de nuestra patria siempre se han vuelto patrióticas y sagradas. Somos fieles a los preceptos de nuestros antepasados, [y] entendemos claramente lo que significa ser dignos de la grandeza de sus logros militares, laborales y morales".