Unas 188 personas murieron, 120 resultaron heridas y otras 12 desaparecidas entre abril y mayo pasados por la guerra entre las bandas armadas que se disputan el control de Puerto Príncipe, capital de Haití, informó la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh) este lunes 1° de agosto.

Asimismo, el organismo detalló que entre el 24 de abril y el 16 de mayo, 92 civiles han sido asesinados, 96 miembros de las bandas murieron en los enfrentamientos y unas 120 personas resultaron heridas por armas de fuego.

"Aunque Puerto Príncipe ha visto un fuerte aumento de la violencia armada desde 2018, el número de enfrentamientos en estas comunas ha sido extremadamente pesado y rara vez se ha documentado en un período de tiempo tan corto en la historia reciente del país", informó la Binuh en un comunicado.

La oficina de la ONU contabilizó decenas de casos de violencia sexual y registró casi 16 mil desplazados. También describió la virulencia con la que asesinaron a mujeres y niños hasta de un año, así como ejecuciones de menores en público por suministrar información a la banda rival.  

Las bandas que causaron el desastre social fueron identificadas como Chen Mechan y 400 Mawozo y sus respectivos aliados, el G9 en famille et alliés o G-9 y el "G-Pèp".

Si bien lo relatado no tiene precedentes, el fenómeno de las bandas criminales no es nuevo, forma parte de una crisis estructural en la que incluso organismos como la ONU tienen responsabilidad. El saqueo, las masacres y el tutelaje imperial forman parte de la historia de Haití desde que proclamó su independencia, lo que se vive actualmente es consecuencia de ello.

Además, el caos actual en Haití es una repercusión de la crisis que desató el magnicidio de Jovenel Moïse a mediados de 2021, que desde entonces la violencia en las calles y las organizaciones criminales han tomado aún más vuelo en el país caribeño.