En un comunicado emitido el lunes 15 de marzo, la Organización de Estados Americanos (OEA), arremete contra el Poder Judicial de Bolivia por las investigaciones que se están realizando para identificar a los responsables del golpe de Estado de 2019 y ejercer justicia.
"El sistema judicial boliviano no está en condiciones de brindar las mínimas garantías de juicio justo, de imparcialidad y de debido proceso, debido a problemas de estructura y en particular de su integración", versa el texto.
La Fiscalía de Bolivia ha emitido varias órdenes de arresto contra ejecutores del plan golpista, respaldado por la OEA, que resultó en la renuncia forzada del expresidente Evo Morales y la instalación del gobierno de facto de Jeanine Añez. El viernes pasado, ella fue detenida y presentada ante las autoridades bolivianas por los crímenes de "terrorismo, sedición y conspiración". La jueza del caso dictó cuatro meses de prisión preventiva.
Si bien la OEA no estimó imprescindible emitir un comunicado cuando los golpistas iniciaron la persecución de líderes del Movimiento Al Socialismo (MAS) solo por la necesidad de erradicar cualquier idea simpatizante con el proyecto de país impulsado por Evo Morales, ahora declara "necesario":
- Crear una "comisión internacional para la investigación de casos de corrupción" (y se postula a sí misma para la tarea), con especial énfasis en el gobierno de Evo Morales.
- Remitir las denuncias de crímenes de lesa humanidad a la Corte Penal Internacional, obviando la jurisdicción del Gobierno boliviano.
- "Reformar el Sistema de Justicia" con la participación de "todos los actores políticos" y la "cooperación internacional" (¿De nuevo la OEA?, ¿Estados Unidos?).
- La "liberación de todos los detenidos" en estos procesos de investigaciones "hasta contar con procesos y mecanismos imparciales para determinar responsabilidades".
Evo Morales respondió al cinismo del comunicado:
Almagro nunca se pronunció por los 36 asesinatos, más de 800 heridos, 1.500 detenidos ilegalmente y el centenar de perseguidos. No nos extraña su defensa a Áñez porque él también debería ser juzgado por propiciar el golpe de Estado y por crímenes de lesa humanidad en Bolivia.