El pasado sábado 17 de octubre el ejército ruso tomó el control de Avdiivka, ciudad que pertenece al óblast de Donetsk. La expulsión de las tropas ucranianas representa una derrota significativa para Kiev en tanto que esta localidad, desde 2014, se había convertido en un bastión fortificado desde donde se lanzaban fuertes ataques contra otros objetivos en la región del Dombás.
En los últimos meses esta zona de unos 31 kilómetros cuadrados había sido escenario de duros combates entre las fuerzas rusas y las ucranianas. El ministerio de Defensa ruso reporta que las bajas ucranianas "superaron los 1 500 militares" en tan solo 24 horas.
El repliegue fue reconocido por el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, quien aseguró que la decisión corresponde a la protección de la vida de sus casi 5 mil combatientes que se encontraban en un lugar cuya seguridad estaba en entredicho con el contundente avance de las tropas rusas.
Para el Kremlin significa un avance importante porque la toma de Avdiivka termina con un “poderoso nudo defensivo de las fuerzas ucranianas”, desde donde lanzaban ataques contra contra Donetsk, Makéyevka, Yasynovataya y otras zonas circundantes. Por su parte, el jefe de la República Popular de Donetsk, Denís Pushilin, celebró el avance de Rusia porque en los últimos nueve años desde esa ciudad lanzaron ataques mortíferos contra zonas civiles.
Lo sorpresivo del ataque ruso hizo que las tropas ucranianas tuvieran una huida descontrolada. El parte militar señala que solo una porción de las formaciones ucranianas logró salir de la zona en grupos dispersos, por lo que no les dio tiempo de recuperar armas, municiones y equipos militares. Diversos materiales audiovisuales reflejan los equipos militares, incluso los heridos, dejados atrás durante la huida.
Ademas de ser un bastión fortificado de Kiev, Avdiivka también alberga una planta química y de coque, una de las mayores de Europa, que era usada como trinchera cada vez que eran acorralados por las fuerzas rusas.
Desde que inició el conflicto directo en 2022, el ejército ruso ha infligido importantes daños a las infraestructuras militares y logísticas de Ucrania, lo que ha ido inclinando la balanza a su favor. La reciente victoria en Avdiivka está al mismo nivel de la liberación de Artémivsk —conocida como Bajmut en Ucrania— y la de Mariúpol en la costa del mar Negro.
A continuación, algunos puntos claves por los que la toma de Avdiivka es importante y podría delinear el curso del actual conflicto:
- En primer término, permite alejar la línea de fuego del frente de Donetsk, lo que protege esta región de ataques terroristas. También significa más territorio y una ampliación del cordón de seguridad.
- Fin de la dificultad para conquistarla: antes de la entrada de los rusos se consideraba una fortaleza inexpugnable. Durante 10 años se invirtieron muchos recursos humanos y logísticos para fortificarla, su caída también representa una derrota moral y simbólica.
- Importancia energética e industrial: Avdiivka alberga una de las mayores plantas químicas y de coque de Europa. Así como Azovstal en Mariúpol, también sirvió como base fortificada para las tropas ucranianas atrincheradas.
- Fin del relato del estancamiento del conflicto. La prensa occidental venía proyectando que el conflicto estaba estancado. Sin embargo, la toma de Avdiivka deja claro que Rusia sigue avanzando en su objetivo.
- Botín de guerra: tras la huida de los ucranianos, el ejército ruso se quedó con muchas armas occidentales, así como prisioneros de guerra.
- Razón logística: las carreteras, la ubicación y la altura de Avdiivka la hacían una ciudad clave para establecer corredores logísticos que permitieran abastecer la línea del frente, y para dominar el espacio aéreo de Donetsk.
El Occidente colectivo también resiente la derrota ucraniana ya que, desde que empezó el conflicto, ha mantenido a Kiev “de pie” al proporcionarle apoyo logístico y militar, así como con el aporte de mercenarios e incluso con efectivos regulares de la OTAN haciéndose pasar por combatientes extranjeros, según denuncia el jefe de la principal dirección operativa del Estado Mayor de las fuerzas armadas de Rusia, el coronel general Serguéi Rudskói.
RT reseña que el actual plan de Occidente es evitar que el ejército ucraniano se termine de derrumbar. No obstante, resulta difícil mantener vivo a ese estamento militar sin el envío de municiones y sin el apoyo financiero necesario. Según el portal El Político, "la confianza en lo que Ucrania puede alcanzar —y en el presidente [de EE.UU.] Joe Biden— parece estar en su punto más bajo en dos años", lo que resume las conversaciones privadas que tuvieron lugar en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich el pasado fin de semana.
Todo indica que no hay otro plan que el de esperar que la Cámara de Representantes desbloquee los 60 mil millones de dólares destinados a seguir azuzando el conflicto. Sin embargo, las elecciones presidenciales de Estados Unidos este año, su crisis interna y los otros frentes de guerra abiertos donde participa hacen que el panorama para Kiev no sea alentador. Ante tal incertidumbre, en el teatro de operaciones se comienza a prever un colapso del ejército ucraniano en los próximos meses, al tiempo que la atención rusa va enfocándose en las ciudades de Pokrovsk y Kramatorsk para liberar todo el Dombás.