Vie. 22 Noviembre 2024 Actualizado 3:37 pm

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El Banco de Venezuela resultó ser, por mucho, la entidad financiera con mayores utilidades netas en los últimos 12 meses (Foto: George Miquilena)

Cuál es el alcance del aumento en la actividad crediticia

La banca venezolana aparentemente ha registrado un importante repunte en la actividad crediticia durante el primer semestre de 2023, de acuerdo con datos procesados por la firma GlobalScopa C.A. basados en los balances financieros presentados en julio por parte de 26 instituciones financieras venezolanas.

En cifras, la banca venezolana superó la barrera de 1 mil millones de dólares en su cartera crediticia, un valor que no se registraba desde 2018, cuando apenas se acentuaba el bloqueo contra la economía venezolana.

Dicho monto representa 12,39% del total activo de la banca nacional, siendo evidente que, con la caída abrupta de los ingresos nacionales, la banca toda ha reducido su tamaño de manera muy considerable.

Aumento interanual

Al cierre de junio la cartera crediticia aumentó 94,83% interanual, es decir, en comparación con datos de finales de junio del año 2022.

Durante la Memoria y Cuenta realizada en enero de este año, el presidente Nicolás Maduro autorizó a la banca el préstamo en bolívares de 30% del equivalente a los depósitos en dólares. Durante 2022 la cifra autorizada equivalía a 10%.

El Ejecutivo mantiene una política restrictiva del flujo de liquidez en la economía real a fin de contener el aumento del dólar estadounidense frente a la moneda nacional.

Pese a ello Maduro ordenó triplicar los montos para este año, y claramente la medida está impactando de manera favorable y ha dinamizado la política de crédito de las entidades financieras públicas y privadas, lo cual también está impulsando un crecimiento general del sector durante este año.

Al cierre de junio de 2023 el total activo del sistema bancario venezolano se ubicó en 225,85 millardos de bolívares (8,11 millardos de dólares), lo que muestra un crecimiento interanual de 8,43%, según datos de GlobalScope C.A.

De igual manera, tanto el crecimiento de la banca como de la cartera crediticia supuestamente están impulsando un gran aumento en los márgenes de ganancia de las entidades financieras. La ganancia del sistema financiero venezolano fue de 7,69 millardos de bolívares (276,40 millones de dólares), lo que significa un ascenso de 496,72% respecto al mismo periodo del año previo.

Entre las entidades financieras del país, la que más aumentó sus ganancias en el último año fue justamente un banco público: el Banco de Venezuela.

Esta institución, antiguamente propiedad del Grupo Santander y nacionalizada por el Estado venezolano en 2009, se ha mantenido como la entidad líder del país, y pese al cuadro de bloqueo contra la economía nacional ha logrado generar ganancias por el orden de los 92 millones de dólares.

El Banco de Venezuela casi duplicó las ganancias de su más cercano rival, Banesco, el cual tuvo una utilidad neta por sus actividades dentro del país de 48 millones de dólares en el mismo período.

Carácter progresivo

La actividad crediticia en Venezuela sigue creciendo, pero en el país prácticamente se han inutilizado las tarjetas de crédito. Esto obedece a diversos factores.

Apenas en abril de 2020 la cartera de créditos venezolana tocó su punto más bajo en la historia contemporánea al rozar montos en bolívares equivalentes a 106 millones de dólares. En contraste, en el año 2012 esta misma cartera era de 31 mil millones de dólares, y representaba 20,6% del Producto Interno Bruto.

Es evidente que la contracción severa en los montos a entregarse a modo de crédito en sus múltiples modalidades es sintomático del estado general de la economía luego del bloqueo económico.

Precisamente, en 2020, año de mayor declive en la cartera crediticia, el Estado venezolano perdió 99% de sus ingresos en divisas si se compara con 2014, justo antes de la orden ejecutiva 13692 firmada por el expresidente estadounidense Barack Obama.

El flujo de petrodólares con los que contaba la economía nacional se convertió en ahorros bancarios, una importante cuantía de recursos que luego eran asignados por los bancos bajo forma de crédito. Esto ha cambiado.

Conviene mencionar el vínculo existente entre el monto disponible para créditos con la restricción de la liquidez a causa del aumento del encaje legal bancario. Para mayo pasado el encaje legal era de 78% de los depósitos en bolívares y 31% para las captaciones en moneda extranjera de la banca universal.

Los montos entregados vía créditos apuntan a diversas actividades esenciales, especialmente vinculadas a los ramos agrícola, industrial y comercial. Considerando estas limitaciones, no se destinan montos para tarjetas de crédito.

Como ya referimos, el gobierno venezolano ha aplicado una férrea política para no exacerbar con liquidez las condiciones para el aumento del tipo de cambio del bolívar frente al dólar, pues el Ejecutivo considera que este es el factor de mayor inestabilidad y posibilidad de impacto en la economía real.

El repunte de la actividad crediticia se mantiene dentro de un esquema racional y progresivo. El Ejecutivo ha previsto aumentar gradualmente los montos de los créditos sin arruinar su política monetaria basada en la estabilidad del tipo de cambio.

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