Una investigación de The Grayzone expone el rol de los británicos en el origen y funcionamiento de la Operación Gladio, una red de terroristas organizada por la OTAN y coordinada por la CIA y el M16 cuyo fin fue socavar a los opositores políticos y sembrar el terror a través de atentados, asesinatos selectivos, infiltraciones en círculos de izquierda, golpes de Estado e incluso masacres a cielo abierto, como las de Montejurra y Brabante, por ejemplo, en todo el continente europeo.

Señalan que el material publicado recientemente es muy esclarecedor en tanto que muestra cómo el aparato de inteligencia exterior de Londres mantuvo un ojo atento en el continente a medida que se desarrollaban los acontecimientos. Otro dato importante a resaltar es la vigencia de estas operaciones conjuntas entre la inteligencia británica y sus homólogos estadounidenses en complots contemporáneos que van desde Siria hasta Ucrania.

El objetivo declarado fue el de crear un ejército clandestino para defenderse de un supuesto ataque de la Unión Soviética que nunca llegó. Y la estrategia fue perpetrar actos criminales contra la población civil, que incluyó el asesinato de mujeres y niños, para desacreditar los gobiernos de izquierda y "justificar la represión del estado de seguridad". Más allá de los líderes de izquierda y los perfiles "comunistas", también arremetieron contra las posiciones neutrales y de concertación, como la de Aldo Moro o de empresarios como Enrico Mattei.

"Esta fue la lógica política detrás de los bombardeos. Quedan impunes porque el Estado no puede condenarse a sí mismo", dijo el agente confeso de Gladio encarcelado de por vida,Vincenzo Vinciguerra, citado por The Grayzone.

Según el grupo de investigación, los nuevos hallazgos ofrecen conocimientos sobre los orígenes y el funcionamiento interno de las milicias terroristas secretas de la OTAN en Italia que devinieron en numerosos asesinatos en ese país y en otros. El registro indica que las bases de dicha organización se sentaron en 1951 y se subdividió en ramas que atendían información, sabotaje, propaganda, comunicaciones por radio, cifrado, recepción y evacuación de personas y equipos.

Las consecuencias, las víctimas y el objetivo de crear fuerzas terroristas para ganar el pulso en el contexto de la Guerra Fría son parte de la historia. Lo que se había omitido hasta ahora fueron los detalles del papel de Gran Bretaña en los atentados, sobre todo en los de Italia, que terminaron en la muerte de un primer ministro, Aldo Moro, quien estaba apuntando a una concertación entre comunistas, socialistas y democristianos en una suerte de gran pacto histórico.