La Revolución Industrial en la Inglaterra del siglo XIX resultó un entorno hostil para todos sus habitantes, sobre todo para los niños. Pruebas de ello fueron recabadas por un grupo de científicos cuyo trabajo arqueológico forense determinó que muchos menores sufrieron castigos y malnutrición durante la época.

De acuerdo con el estudio de la osamenta, publicado en la revista PLoS ONE, los niños tuvieron retraso en su desarrollo y una parte importante no llegó a superar la adolescencia.

Los huesos fueron desenterrados en un cementerio antiguo durante la construcción de un museo local junto a la iglesia de Fewston, en el centro de Inglaterra. La arqueóloga de la Universidad de York y coautora del estudio, Malin Holst, se refirió a la inusual concentración de adolescentes y niños del hallazgo.

"Fue durante este análisis esquelético inicial cuando se hizo evidente que había muchos adolescentes, que no suelen ser muy comunes en los cementerios", reseña El País de España.

De los 154 restos recuperados del cementerio de Fewston, 54 eran de jóvenes menores de 20 años. Las modernas técnicas forenses revelaron que los niños sufrían de raquitismo y escorbuto, entre otras enfermedades rastreables en los huesos.

Al revisar la documentación histórica se confirma que las fábricas en esa época emplearon a un número significativo de niños pobres, algunos de los cuales fueron reclutados en casas de trabajo en Hull y otros en las parroquias empobrecidas de Londres, de Southwark y Lambeth.

Este estudio brinda una oportunidad para recrear el impacto de la pobreza y el trabajo fabril en el crecimiento, la salud y la mortalidad de los niños durante la Revolución Industrial de Inglaterra, realidad que fue mucho más allá de la que pudo ser registrada por la literatura y que aún hoy podemos atestiguar sus consecuencias en la salud humana producto de los embates del sistema capitalista.