El 2 de julio, se registró un incendio en la superficie marítima del Golfo de México, al oeste de la península de Yucatán, a solo pocos metros de la plataforma petrolera, Ku Maloob Zaap, en la Sonda de Campeche.

Una fuga de gas en un ducto submarino ocasionó el fuego, esto alertó a los operadores que en un tiempo prudencial pudieron cerrar las válvulas de la tubería de 12 pulgadas de diámetro. Petróleos Mexicanos (PEMEX) informó que había enviado botes de control de incendios para bombear agua sobre las llamas.

El “ojo de fuego”, como fue apodado este acontecimiento por los medios de comunicación, fue controlado al final de la tarde del viernes pasado, sin registrar heridos.

Este lunes, Pemex informó que el accidente ocurrió por una tormenta eléctrica, la cual ocasionó que salieran de operación los equipos de turbocompresión de gas de bombeo neumático necesarios para la producción de los pozos. No hubo daños ambientales ni derrames de crudo, agregó la estatal mexicana.

No faltó el arsenal de comentarios sin fundamentos de los voceros de la oposición al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que señalaban que lo sucedido era por falta de mantenimiento o fallas en la gerencia. A tales acusaciones se le sumaron los comentarios relacionados con la “transición energética”, Bernie Sanders fue uno de los que condenó el incendio, criticando la dependencia de los combustibles fósiles.

Hay que recordar que el presidente mexicano López Obrador ha enfocado la política energética de su país a la soberanía energética, disminuyendo exportaciones y obteniendo más control estatal.