Desde el 7 de octubre, 41 periodistas han muerto en la guerra que Israel ha impuesto en Palestina. Entre ellos, 36 son periodistas palestinos asesinados por ataques israelíes en la Franja de Gaza.
Dicho territorio se ha convertido en un lugar poco seguro para los corresponsales que están cubriendo el conflicto, por lo que Reporteros sin Fronteras (RSF) pide protección para quienes aún se encuentran allí. No solo los civiles palestinos están atrapados en un territorio aproximado de 45 kilómetros cuadrados, también los periodistas están bajo la presión constante de los ataques aéreos, terrestres y marítimos en todas partes por parte del sionismo.
Más de 50 locales de medios de comunicación han sido total o parcialmente destruidos por los embates israelíes. La última fue la oficina de la Agence France-Presse (AFP) el 3 de noviembre.
Por otra parte, el 28 de octubre se ejecutó un bloqueo informativo impuesto por Israel durante una operación terrestre de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Ese día notificaron a la AFP y a la agencia de noticias Reuters que no podían "garantizar la seguridad de sus periodistas en Gaza".
Las autoridades israelíes han dicho en repetidas ocasiones que sus fuerzas armadas "no están atacando a los periodistas". Sin embargo, que hasta el momento 36 reporteros hayan sido asesinados en los bombardeos deja entrever que no hay interés en protegerlos.
"Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza es una tragedia para el periodismo: más de un periodista por día ha sido asesinado desde el 7 de octubre. El número de profesionales de los medios asesinados, junto con los miles de civiles, crece día a día. Con sus arbitrarios ataques aéreos, las fuerzas armadas israelíes están eliminando a periodistas uno tras otro sin restricciones, mientras sus comentarios inaceptables delatan un abierto desprecio por el Derecho Internacional Humanitario. La situación es urgente. Pedimos la protección de los periodistas en la Franja de Gaza y que se permita a los periodistas extranjeros ingresar al territorio para que puedan trabajar libremente", dijo Jonathan Dagher, responsable de la oficina de Medio Oriente de RSF.