Poco ruido hubo en Latinoamérica por la primera gira en la región de la vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, debido a su coincidencia con dos eventos electorales que marcaron la agenda mediática: la segunda vuelta electoral de las presidenciales en Perú y las megaelecciones en México.
En su reporte diario del martes 8 de junio, el Instituto Samuel Robinson aborda los aspectos más importantes de la gira y la imagen que dejó el paso de Harris por Guatemala y México.
Dato: La segunda a bordo del Gobierno estadounidense se enrumbó a su primera visita oficial a Latinoamérica con Guatemala y México como primeros destinos. Su agenda estaría centrada en tratar las causas de la migración desde el Triángulo Norte, una bandera que la administración Biden está utilizando, entre otras cosas, para proyectar un factor de diferenciación con la gestión de Trump.
Protesta: Al aterrizar en Guatemala, Harris fue recibida por un grupo de manifestantes que portaban pancartas con mensajes de rechazo del estilo “Fuera Kamala", “Kamala, mind your own business” o “Kamala Go Home”. Según el diario digital Milenio, en la protesta se encontraban exmilitares que combatieron en la guerra “civil” de Guatemala, y que en años recientes han marcado una postura crítica frente a instrumentos de corte externo como la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) o la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Burlas: En medio de su llegada, Harris repartió galletas con su figura en la parte trasera del Air Force Two, lo que provocó un tsunami de burlas en las redes sociales y todo tipo de comentarios sobre su narcisismo.
Contraste: Aunque la administración Biden y la propia Kamala Harris han estimulado una narrativa de solidaridad y benevolencia frente a los migrantes, su discurso en medio de la visita a Guatemala se posicionó en la dirección contraria. Concretamente, la funcionaria afirmó: “Al mismo tiempo, quiero ser clara para las personas de esta región que están pensando en hacer ese peligroso viaje a la frontera entre Estados Unidos y México: No vengas, no vengas”.
Relaciones: Más allá de que el tono amistoso y de cooperación signó el encuentro entre Harris y el presidente guatemalteco, el portal de análisis Zero Hedge apunta que Alejandro Giammattei no coincide con la postura blanda de la administración Biden en torno a la migración, ya que ha estimulado a coyotes y traficantes. En reuniones anteriores, el presidente guatemalteco ha dicho que está de acuerdo con los EE.UU. en el “qué” más no en el “cómo” con respecto a la situación migratoria.
México era el segundo destino en la agenda de Harris. El Senado, que tenía previsto un encuentro con la vicepresidente estadounidense, terminó cancelando el evento. El Instituto Robinson comentaba que esa decisión, aún en discusión cuando se emitió el reporte, hacía “deslucir la imagen de ‘autoridad’ de Harris en su primera gira por América Latina”.
La vicepresidenta estadounidense se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador el martes 8 de junio. La posición de la parte estadounidense se centró en exigir más acciones de la parte mexicana para frenar el ingresos de migrantes por la frontera que comparten los dos países.
Por qué es importante: Los errores y traspiés de Kamala Harris marcan una primera línea de interacción con la región latinoamericana que anuncia un escenario de dificultad para el imperio en cuanto a su capacidad práctica de imponer agendas geopolíticas. Es también un síntoma de la nueva correlación de fuerzas que se ha venido acentuando en el continente tras la sonora victoria del MAS en Bolivia, el Paro Nacional en Colombia y la consolidación de AMLO tras los buenos resultados de la coalición que lo respalda en las megaelecciones del domingo, frente a lo cual EE.UU. atestigua una enorme pérdida de influencia.