Una científica iraquí reveló aspectos ocultos de la contaminación radiactiva de Iraq causada por las guerras de Estados Unidos y su ocupación. La Dra. Souad Naji Al-Azzawi, activista e investigadora en materia de contaminación medioambiental, mostró algunos aspectos de la crisis de contaminación radiactiva nuclear del país, resaltando que dura décadas.
Asimismo, advirtió del peligro de ignorar el problema, que condujo a daños medioambientales y sanitarios que suponen una grave amenaza para la salud del pueblo iraquí.
Al-Azzawi dijo, reseña Al Mayadeen, que durante la Segunda Guerra del Golfo de 1991 se utilizaron alrededor de un millón de proyectiles de diferentes tamaños que contenían uranio empobrecido. Algunos consideran que la fuerza destructiva combinada de estos proyectiles fue siete veces superior a la de la bomba nuclear lanzada sobre Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.
La científica agregó que Estados Unidos siguió produciendo y utilizando armas de destrucción masiva tras la Segunda Guerra del Golfo, aun cuando estaban prohibidas. Estas armas también fueron usadas durante la invasión de Iraq en 2003, en Afganistán y en sus operaciones en Siria.
Las consecuencias se pueden ver en las malformaciones congénitas en un gran número de niños. Varias zonas de Iraq presentan ahora elevadas tasas de diagnósticos de cáncer y defectos de nacimiento, pero nadie lo menciona, mucho menos los medios occidentales.