Los dueños de medios privados ecuatorianos han hecho mutis por el foro en cuanto a los negocios de Guillermo Lasso en paraísos fiscales, reportado en un artículo de The Nation, cuando la ley en Ecuador los prohíbe para candidatos a elección popular, como los comicios presidenciales en los que se disputa el balotaje entre el mencionado banquero y Andrés Arauz, joven candidato progresista abanderado de la Revolución Ciudadana liderada por Rafael Correa.
Hace cuatro años, cuando Lasso compitió en otra elección presidencial, los votantes ecuatorianos aprobaron un referéndum que prohibía a los políticos tener activos en paraísos fiscales extraterritoriales. Fue la primera votación de este tipo en todo el mundo. En 2018, el gobierno actuó según los deseos de los votantes al formalizar las reglas contra los paraísos fiscales en la ley. No solo se prohibió a los funcionarios públicos tener activos en tales jurisdicciones, también lo eran los candidatos electorales.
De esta manera sería ilegal la candidatura de Lasso, quien es dueño de un banco en Panamá (reconocido paraíso fiscal) sin ningún tipo de transparencia con relación a Ecuador, como aparece en los Panamá Papers. Mientras Lenín Moreno fue presidente las instituciones electorales boicotearon activamente la candidatura de Arauz y permitieron la de Lasso, aun teniendo en cuenta la popularidad de la ley mencionada.
Lasso ha utilizado paraísos fiscales y otras jurisdicciones de impuestos bajos durante años; Arauz, por el contrario, ayudó a diseñar las innovadoras reformas de Ecuador contra los paraísos fiscales cuando era director del Banco Central, durante el último gobierno de Correa.
El silencio mediático en torno a esto ha sido atronador dado que el propio Lasso ha admitido que es dueño de un banco en Panamá. Si bien afirma que no es una violación a la ley, sus opositores argumentan que es precisamente eso: en 2014, incluso antes de los Panamá Papers, Ecuador aprobó una legislación que prohíbe a los bancos o sus accionistas poseer subsidiarias en paraísos fiscales como Panamá.
- Otro dato contundente: los socios comerciales de Lasso y su hijo están conectados a más de dos docenas de empresas fantasma registrados en Florida, Estados Unidos, que juntos poseen más de 30 millones de dólares en bienes raíces.
A la aprobación institucional de la candidatura de Lasso, a pesar de que ha violado la ley ecuatoriana abierta y sistemáticamente, se le unen las denuncias del correísmo de un posible fraude en el sistema informático electoral, acusación oída por los observadores internacionales del Grupo de Puebla.
Ecuador vive una crisis de legitimidad institucional en medio de la crisis pandémica, a la que deberá enfrentar el próximo presidente (según encuestas, probablemente Arauz) luego del desastre sanitario y económico legado por Moreno.