Un reportaje de Aaron Maté, periodista de The Grayzone, revela que el FBI trabaja en complicidad con la inteligencia ucraniana para censurar a los usuarios de las redes sociales y obtener su información personal.

Según correos filtrados de la oficina federal de investigación, en marzo del año pasado, cuando recién empezaba la guerra, un agente especial del organismo estadounidense envió a Twitter una lista de “sospechosos de difundir miedo” en nombre del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), la principal agencia de inteligencia de Ucrania.

En un memorando adjunto, la SBU solicitó a Twitter que eliminara las cuentas y entregara sus datos de usuario. En esa lista se incluía al periodista de The Grayzone que escribió el reportaje. En respuesta Twitter acordó revisar las cuentas en busca de "falta de autenticidad", pero expresó su preocupación sobre la inclusión de mí y otros "periodistas estadounidenses y canadienses".

Maté sostiene que esta maniobra del FBI se encuentra entre las solicitudes de censura más abiertas hasta la fecha de los conocidos Twitter Files, un alijo de comunicaciones filtradas del gigante de las redes sociales.

Su investigación arrojó que la petición de censura del FBI se transmitió en un correo electrónico del 27 de marzo de 2022 por parte del agente especial de ese cuerpo Aleksandr Kobzanets, agregado legal adjunto en la embajada de EE.UU. De las 163 cuentas nombradas por la SBU, 34 fueron suspendidas y 20 ya no existen

Se demuestra que la persecución iba más allá de las fronteras ucranianas pues se solicitaba número de teléfono, fecha de nacimiento y dirección de correo electrónico de políticos y periodistas independientes de la narrativa occidental que cubrían la guerra.