Desde que el inicio de la operación militar rusa en Ucrania, medios occidentales han dicho que el Kremlin pone el riesgo el suministro de alimentos al bloquear la salida de trigo del territorio ucraniano. Sin embargo, las estadísticas demuestran lo contrario.

De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, Ucrania solo aporta 20 millones de toneladas de las 800 toneladas de trigo que se producen anualmente en el mundo, razón por lo que el grano ucraniano no puede resolver un posible desabastecimiento.

Además, la Unión Europea sigue dependiendo de las importaciones de cultivos forrajeros, sobre todo de maíz. La verdad es que la supuesta preocupación de los europeos es solo para garantizar su seguridad alimentaria, no las crisis que se podrían atravesar los países del Sur Slobal.

"Rusia nunca ha bloqueado las exportaciones de cereales desde los puertos ucranianos del Mar Negro. Al contrario, estamos haciendo todo lo posible para proporcionar dos corredores marítimos humanitarios en el Mar Negro y el Mar de Azov", señala el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en Telegram.

Asimismo, detalla que el problema es el alto riesgo de minas y las amenazas de Kiev de disparar a los barcos, lo que imposibilita la navegación segura en sus aguas territoriales. Desde el inicio del conflicto Occidente apunta a endosar responsabilidades a Rusia, incluso las que son consecuencia de sus malas decisiones.