El gobierno sueco encontró la primera prueba concluyente sobre los atentados perpetrados contra los gasoductos del Nord Stream. Tras la investigación de la explosión que hizo estallar tres de los cuatro gasoductos de gas natural entre Rusia y Alemania, se encontró un dron submarino cargado de explosivos, pero no detonado, cerca del cuarto gasoducto que no explotó.
La pesquisa arrojó que se había cortado un cable que habría controlado la explosión de ese dron. Para desactivar el artefacto y ponerlo a salvo, intervino la Unidad de Eliminación de Artillería del Ejército de Suecia.
¿Quién llevó a cabo el atentado? Hasta el momento, Suecia, quien ha llevado toda la investigación con hermetismo, conserva las pruebas necesarias para determinar responsabilidades, pues el modelo de dron deja claro quién es el perpetrador.
Suecia no ha revelado el modelo de dron ni ninguna otra información que lo rodee, incluso prohibieron la cobertura de los medios de comunicación sobre la recuperación de este dron.
Todavía no se sabe el modelo de dron, los tipos de explosivos que contiene o qué país opera dichos drones; sin embargo, por descarte no es difícil apuntar hacia un culpable. Solo hay que saber quién sale beneficiado económica y estratégicamente si estos gasoductos rusos dejan de operar. La certeza que se tiene es que Europa es la gran perjudicada.