En el 2018, año de las elecciones presidenciales que dieron como ganador a Jair Bolsonaro, el alto mando militar del Ejército de Brasil amenazó al Tribunal Federal para que no aceptara un recurso jurídico de la defensa de Luiz Inácio Lula da Silva que podría haber impedido su prisión arbitraria e ilegal.

El dato fue extraído de una entrevista de 13 horas que el exjefe del Ejército brasileño, Villas Boas concedió para un libro del Centro de Documentación Histórica de la Universidad Fundación Getulio Vargas (FGV).

En concreto, el exgeneral admitió que un texto difundido por las redes sociales en los días que el Tribunal Federal debía votar un habeas corpus que la defensa de Lula da Silva había solicitado tenía como objetivo lograr que fuese rechazado. “El texto fue sometido a mi staff y luego a los jefes militares de área (de todo el país) antes de su publicación. Se trataba de una advertencia, mucho más que una amenaza”, dijo Villas Boas.

El texto no era una iniciativa individual, sino producto de conversaciones con el alto comando del Ejército.

Para defender aquella decisión irregular, el exgeneral del Ejército argumentó que la liberación de Lula iba a ser “un riesgo a la institucionalidad”, sin decir por qué, para después declarar que habría ocurrido “una eventual intervención militar en caso de que Lula fuera liberado”.

También expuso en el libro que fue durante su dirección que los militares volvieron a incursionar en la política para poner un candidato presidencial que le quitara la oportunidad de retorno de la izquierda constituida principalmente en el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva. La opción factible de Villas Boas para el objetivo era Jair Bolsonaro, quien también garantizaría un retorno de los militares al escenario político.

Afirmó que “se reunió varias veces con el entonces vicepresidente Michel Temer, cuando se armaba el golpe institucional (parlamentario) que alejó a la presidenta Dilma Rousseff”.

Villas Boas obtuvo el cargo en la cúpula militar del Ejército en el gobierno de Dilma Rousseff. En 2019, al retirarse, se convirtió en asesor presidencial de Jair Bolsonaro.