El almirante John Aquilino, comandante del Mando Indo-Pacífico de Estados Unidos, destacó la postura del ejército estadounidense frente a China, a la que considera una amenaza, en su intervención en la reunión anual del Comité Nacional sobre las Relaciones entre Estados Unidos y China, celebrada el mes pasado. Este grupo es conocido por fomentar el compromiso entre las dos mayores economías del mundo.

En una confirmación más de que la Casa Blanca ha dado un vuelco a la antigua política de "ambigüedad estratégica" respecto a Taiwán, Aquilino llegó a decir que el presidente Joe Biden y el secretario de Defensa Lloyd Austin le han encargado que gane una guerra contra China si Beijing ataca la isla.

"Lo que puedo decirles es que el secretario y el presidente me han encomendado dos misiones. La primera es prevenir este conflicto. Y la segunda es que, si fracaso en la primera misión, esté listo y preparado para luchar y ganar... El ejército de Estados Unidos está dotado de personal, entrenado, equipado, posicionado y listo para ejecutar ambas misiones", declaró el jefe militar.

En un discurso anterior en la conferencia, el almirante insistió en que la política sobre Taiwán, incluida la de Una Sola China, no había cambiado y que "no buscamos un Taiwán independiente". Aquilino afirmó además que Estados Unidos no quiere la guerra, sino que "sólo busca la paz y la prosperidad y la estabilidad, no la confrontación" con China.

Ambas afirmaciones quedan desmentidas por el hecho de que, en 2011, la administración de Barack Obama lanzó el "giro a Asia". La política ha sido intensificada por cada uno de los sucesivos presidentes. El "giro" supone el mayor despliegue militar desde la Segunda Guerra Mundial, trasladando cientos de bases, así como dos tercios de todas las fuerzas aéreas y navales estadounidenses, a la región de Asia-Pacífico. Washington está cercando a China para una futura guerra con Beijing.

Estados Unidos está destinando miles de millones de dólares en ayuda militar a Taiwán, ampliando los programas de entrenamiento de la Guardia Nacional estadounidense con el ejército taiwanés, enviando continuamente más delegaciones del Congreso a la isla, desplegando un mayor número de tropas estadounidenses en la isla, entrenando a cientos de soldados taiwaneses para la guerra en suelo estadounidense, convirtiendo a Taiwán en un "gigantesco depósito de armas" y haciendo navegar buques de guerra estadounidenses a través del delicado estrecho de Taiwán casi todos los meses.

China ha dejado claro que Taiwán es una "línea roja". Mientras que la parte estadounidense promete que sólo quiere "disuadir" de la guerra con estas acciones, Beijing ha dicho en repetidas ocasiones que busca una "reunificación pacífica" con Taiwán, pero no ha descartado el uso de la fuerza. Las acciones de Washington hacen que la guerra sea más probable.