Qin Gang, ministro chino de Asuntos Exteriores, anunció este 31 de enero que el gobierno del presidente Xi Jinping está dispuesto a reforzar las relaciones bilaterales con Arabia Saudí y a establecer una zona de libre comercio entre China y el Golfo "lo antes posible".
Gang añadió que ambas naciones deberían ampliar la cooperación en economía, comercio, infraestructuras, energía y tecnología.
Al-Saud reafirmó la postura de Riad respecto a China, afirmando que el reino considera a Pekín una piedra angular integral de las relaciones exteriores y apoya el principio de "Una sola China".
El reino es el principal proveedor de petróleo de China, ya que Xi ha expresado que Arabia Saudí es esencial, dado el impacto de la actual crisis energética causada por las sanciones de Estados Unidos y sus socios contra Rusia.
La coalición OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, ha sido capaz de mantener una producción constante de petróleo al tiempo que el bloqueo y embargo del petróleo ruso ha desestabilizado los mercados energéticos, sobre todo en Norteamérica y Europa.