El Pentágono reveló este 25 de febrero que, por una orden del presidente Joe Biden, las fuerzas de Estados Unidos llevaron a cabo ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por milicias vinculadas a Irán en el este de Siria, en la frontera con Irak.

Estados Unidos alega que el bombardeo fue lanzado en respuesta a recientes ataques (el 15 de febrero) contra militares estadounidenses y aliados (kurdos) en Irak, y a las continuas amenazas a ese personal.

Según el Departamento de Defensa estadounidense, se destruyeron múltiples instalaciones ubicadas en un punto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes respaldados por Irán, entre ellos Kait'ib Hizbulá (KH) y Kait'ib Sayyid al-Shuhada (KSS).

Agencias de noticias occidentales han publicado que los bombardeos dejaron como saldo 22 muertos, citando a una ONG que ha funcionado como fuente primaria para hacer propaganda antisiria en el espectro mediático.

Este sería el primer bombardeo oficial de la era Biden a otro país soberano, violando claramente el Derecho Internacional y los acuerdos multilaterales.

El canciller ruso Serguéi Lavrov, luego de rechazar el ilegal ataque, detalló que las fuerzas estadounidenses "informaron a nuestros militares con cuatro o cinco minutos de antelación", y destacó que, aunque está en vigor el acuerdo sobre prevención de choques accidentales entre las tropas rusas y estadounidenses, "una notificación de este tipo no sirve para nada cuando el ataque ya está en marcha".

También recordó que Estados Unidos está en el territorio de Siria de forma ilegal y viola así el derecho internacional, incluida la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el asentamiento sirio.

Por supuesto, la Cancillería siria condenó la agresión estadounidense en la frontera con Iraq y advirtió que "tendrá consecuencias que agravarán la situación en la región".

"Lo que hacen las fuerzas de ocupación estadounidenses es una agresión flagrante a la soberanía, unidad e integridad de los territorios sirios y una violación del derecho internacional y las resoluciones del Consejo de Seguridad relacionadas con esta nación", precisa el comunicado.

El canciller venezolano Jorge Arreaza asimismo condenó el ataque, como hicieron otras naciones solidarias con Siria, como China que pidió respeto a la soberanía y la integridad territorial de la República Árabe.