China pasó a la ofensiva geopolítica en América Latina la semana pasada, tras promover, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, la "Iniciativa de Seguridad Global", propuesta que hace en lo que Estados Unidos considera es su "patio trasero". Mientras tanto, Washington busca ganar terreno de influencia en Asia.

En llamadas telefónicas con sus homólogos de Uruguay, Nicaragua y Ecuador, Wang Yi dijo que China se oponía a los esfuerzos de "algunos países" por utilizar la ideología para dividir a la comunidad internacional y que no tenía consideraciones geopolíticas cuando trabajaba con América Latina.

Por su parte, el presidente de China, Xi Jinping, promocionó por primera vez la iniciativa en el Foro anual de Boao para Asia en abril, pidiendo cooperación y respeto por la soberanía nacional, la integridad territorial y la no injerencia en la política interna de otros países.

De acuerdo a analistas, las asociaciones de seguridad con Pekín son una idea nueva para la región. Sin embargo, en América Latina están abiertos a la propuesta y algunos países ya empiezan a respaldar la propuesta del presidente chino, tal es el caso de Uruguay y Nicaragua.

A diferencia de Estados Unidos, no se ha visto al país asiático establecer relaciones por medio de la extorsión y el sometimiento.