Hamás estaba formado por tres figuras palestinas clave: el erudito Ahmad Yassin, el genetista Abdelaziz al-Rantissi y el estudiante de medicina Salah Shehadeh. Los tres han sido asesinados por la entidad sionista.

Contrariamente al apaciguamiento de las élites panárabes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y estados como Egipto durante las décadas de 1970 y 1980, los objetivos de Hamás han sido liberar a toda Palestina por medio de la Jihad y establecer un marco islámico como su principal fuente de gobernanza y ley.

Hamás no es un movimiento ideológico. Si bien se adhiere a la escuela Shafi'i de derecho islámico para definir su marco y perspectivas islámicas, también apela al vacío nasserista apelando al discurso panárabe, socialista y nacionalista.

Hamás se inspira en dos corrientes principales que dan forma a sus perspectivas y valores hasta el día de hoy: la Hermandad Musulmana formulada por Hassan al-Banna y la Revolución Islámica en Irán del Imam Jomeini.

Hassan al-Banna (egipcio, 'sunita') y Jamal al-Din al-Afghani (iraní, 'chiíta') fueron dos teóricos que buscaban unificar a todos los musulmanes para eliminar la subyugación colonial del mundo islámico, que se remonta a la brecha tecnológica de la Revolución Industrial y la desaparición de los otomanos.

La Revolución Islámica de Irán, bajo el liderazgo del Imam Jomeini, subrayó estos ideales de unidad y antiimperialismo desde la perspectiva del Islam y los incorporó al complejo Estado-sociedad de la República Islámica en 1980.

Tras la revolución, Irán cerró la embajada de Estados Unidos y de la entidad sionista, sustituyendo esta última por una embajada palestina. El Imam Jomeini también invitó a los dirigentes de la OLP, incluido Yasser Arafat, a Irán para prometer su pleno apoyo a la causa palestina.

Cuando poco después Saddam Hussain invadió Irán con el apoyo y la incitación de Estados Unidos, la OLP y Yasser Arafat traicionaron a Irán al apoyar la invasión. Este periodo también marcó el inicio de las "sanciones antiiraníes" de Occidente y su reorientación hacia los movimientos de resistencia islámica.

La creación de Hamás y el fin del Irán-Irak anunciaron un nuevo camino para el pueblo palestino, que fue traicionado por la corrupta OLP, por un lado, y el deseo del pueblo y de los dirigentes revolucionarios de Irán de apoyar la verdadera resistencia palestina, por otro.

En 2006, el brazo político de Hamás ("Cambio y Reforma") participó en las elecciones parlamentarias palestinas (PLC) contra la OLP ("Fatah") y ganó. El líder político de Hamás, Ismael Haniyeh, debía formar gobierno, pero las principales figuras de la OLP se negaron a abandonar el poder.

En junio de 2007, Hamás emprendió operaciones a gran escala contra su rival de la OLP, Al Fatah, durante la Batalla de Gaza, intercambiando disparos en un intento de hacerse con el control de la Franja de Gaza. Tras varios días de lucha, Hamás se impuso y tomó el control de la zona.

Desde su derrota electoral en 2006, Al Fatah ("OLP") ha negado y rechazado con frecuencia la celebración de nuevas elecciones en los territorios palestinos. El movimiento de resistencia islámica Hamás es el único órgano político elegido con autoridad para establecer un gobierno para los palestinos.

Los fundadores originales de Hamás han sido todos asesinados por la entidad sionista. Sus funcionarios y simpatizantes civiles están todos marcados y son objeto de asesinatos. Mientras los regímenes occidentales imponen sanciones a Hamás, la entidad sionista impone un bloqueo terrestre, aéreo y marítimo.

A pesar de estas adversidades, Hamás ha sido un miembro de pleno derecho del Nexo de la Resistencia con una potente estructura organizativa, brazo militar, social y político que liberará a Palestina y eliminará definitivamente el yugo del colonialismo.

Desde su creación, Hamás ha sido una espina en el ojo de la ocupación y de su colaborador favorito, la OLP/Fatah. Mientras este último ha apaciguado y negociado con el ocupante causando a los palestinos aún más tragedia, Hamás cree en la liberación plena y sin concesiones.

La historia de Hamás es una de las muchas del Nexo de la Resistencia. Es una historia de puro celo, de determinación y del insistente anhelo de recuperar cada centímetro de la tierra de su pueblo hasta el último hombre. Una historia en la que todos tenemos nuestra parte para preservar contra las distorsiones de los mercenarios.

Tomado de la cuenta en Twitter de @irmilitaryvlog, especialista en asuntos políticos, militares y económicos de Irán.