Durante su gobierno golpista en Bolivia, Jeanine Áñez solicitó asistencia militar a las embajadas de Estados Unidos y Reino Unido "para reprimir al pueblo boliviano", dijo el martes el viceministro de Seguridad Ciudadana de ese país, Roberto Ríos.

“Todas estas armas y equipos solicitados por otras autoridades iban a ser utilizados, presuntamente, para reprimir al pueblo boliviano”, afirmó Ríos mientras mostraba cartas enviadas en su momento a las misiones diplomáticas de Washington y Londres. Una situación parecida ocurrió en los días previos al golpe contra el expresidente Evo Morales y el posterior acceso al poder de Áñez, cuando el gobierno de Mauricio Macri en Argentina, y el de Lenin Moreno en Ecuador, brindaron asistencia militar a los golpistas.

"Les pido que cumplan con el requisito que cito en referencia para defender la integridad del pueblo boliviano y su territorio", se lee en la primera página de la carta que Áñez envió en mayo de 2020 al representante diplomático de Washington, Bruce Williamson, antes de enviar otra nota oficial similar a la embajada británica en septiembre.

El gobierno de facto saliente de Áñez planeaba desplegar a cientos de mercenarios estadounidenses para anular los resultados de las elecciones de octubre de 2020 en el país en un intento frustrado de evitar que el presidente Luis Arce asumiera la presidencia.

Se repetiría así el guión que llevó al reelegido presidente Evo Morales a abandonar el país en 2019 para no ser detenido. Durante las marchas post-golpistas en Bolivia, la policía, bajo las órdenes de Áñéz, reprimió duramente a los manifestantes que denunciaron el golpe con armas y químicos. La represión policial y militar provocó varias masacres callejeras que quedaron impunes y provocaron un estimado de 36 muertos y más de 800 heridos.