Desde que inició la operación militar especial rusa, los medios occidentales proyectaron que Ucrania era víctima de una invasión y una masacre a la población civil. En la actualidad parece haber un cambio de narrativa en tanto que se está mostrando los crímenes perpetrados por las fuerzas militares de Ucrania contra su propia población y la del Dombás.
Recientemente, Amnistía Internacional, una organización no gubernamental afiliada a los intereses estadounidenses, reseñó las tácticas de combates que ponen en peligro a los civiles en el Dombás.
Bases militares establecidas en áreas residenciales, incluidas escuelas y hospitales, así como ataques lanzados desde áreas civiles pobladas, son prácticas llevadas a cabo por Kiev durante el conflicto, señala Amnistía Internacional.
De acuerdo a la organización, esas tácticas violan el derecho internacional humanitario y ponen en peligro a los civiles, ya que convierten objetos de carácter civil en objetivos militares, tal como había sido denunciado por Moscú desde los inicios de su operación.
"Hemos documentado un patrón en el que las fuerzas ucranianas ponen en peligro a los civiles y violan las leyes de la guerra cuando operan en zonas pobladas", dijo Agnès Callamard, la secretaria general del organismo.
Desde el año 2014, y sobre todo desde febrero de este año, el ejército ucraniano y los diferentes componentes paramilitares asociados han venido cometiendo crímenes de guerra, pero los medios y políticos a favor de Kiev los han ocultado. ¿A qué se debe este cambio de narrativa en la que estas tropas pasan de víctimas a victimarios? ¿Un progresivo desmarque de la posición pro-Zelenski? ¿Un giro estratégico hacia un potencial conflicto en las fronteras de China?